[ANÁLISIS DE CINE] "CHI-RAQ" POR DAN ESPINOZA

Chi-Raq por Dan Espinoza

Violencia en las calles

Te ha pasado que, viendo películas de diversos géneros en las que muere una cantidad exagerada de personas —tipo “World War Z”, donde la gente muere por un virus contagioso que los convierte en zombis y provoca un desastre a nivel mundial; o “La guerra de los mundos”, donde una especie extraterrestre invade la Tierra y toda la humanidad se ve sobrepasada; o en “Bastardos sin gloria”, película que trata sobre una guerra real pero es narrada de forma ficticia. Todas estas películas son de los géneros de ficción y ciencia ficción. Para quienes han visto alguna de estas tres, es evidente que hubo muchos disparos de distintos tipos de armas. Y aquí viene mi inquietud ¿alguna vez has hecho el ejercicio de contar la cantidad de muertos? No, ¿cierto? Porque son demasiados.

Concuerdo con que, dentro de cualquier género cinematográfico, es válido mostrar al ser humano en su faceta más salvaje e instintiva. La cantidad de muertes en una historia puede hacer más atractiva la cinta, al igual que las explosiones o los monstruos con muchos dientes. Cada director adopta la forma de relato que mejor le acomoda como por ejemplo, Aristófanes, un ateniense que vivió muchísimo antes de Cristo, él fue pionero en exponer los comportamientos sociales más graves a través de la sátira y la comedia. Llevó a cabo la obra teatral “Lisístrata, la que disuelve el ejército”, en el año 411 A.C., donde muestra el caos existente entre gobernantes, invasores, guerras y ciudadanos. El escenario es una ciudad invadida que, además, sufre una guerra civil. Ante la desesperación humana por alcanzar la paz, Lisístrata —la protagonista, quien lidera todo el poder femenino de la ciudad— invoca un antiguo ritual que las lleva a hacer un juramento: ninguna mujer tendrá un vínculo amoroso o sexual con un hombre hasta que se firme la paz. Según lo que encontré en mi viaje en el tiempo a través de internet, en la obra todo sale bien: se logra la paz, se realiza una gran comida para celebrar, todos se reconcilian, se acaban las muertes y ahora toca disfrutar del placer.

-Vaya, vaya, vaya… El arte ofreciendo soluciones cotidianas a problemas gigantescos como las guerras.

En nuestra realidad nos encontramos con Leymah Gbowee, una valiente mujer revolucionaria de la República de Liberia. A inicios del siglo XXI, en 2003, estalla una segunda guerra civil en este país africano, generando caos y desequilibrio social. Leymah lidera un grupo de mujeres que, horrorizadas ante tanta violencia, abusos, violaciones y muertes, se organizan para crear el movimiento Acción Masiva de Mujeres de Liberia por la Paz. Mujeres de distintas creencias y religiones se unen para detener la masacre y, a través de una huelga sexual, logran que el presidente Charles Taylor las escuche y se comprometa a iniciar negociaciones de paz.

Así, el mundo pudo conocer el gran poder de las mujeres organizadas, quienes, sin armas, comenzaron una revolución desde sus hogares. En 2011, junto a otras mujeres, Leymah recibió el Premio Nobel de la Paz.

Mezclemos un poco de ficción y realidad:

En 2015, el director cinematográfico Spike Lee estrena un largometraje titulado Chi-Raq, nombre compuesto por “Chicago” e “Iraq”. ¿Por qué? Porque, según un catastro militar estadounidense, la cantidad de soldados caídos en las invasiones de Afganistán e Iraq es equivalente a la ola de muertes entre pandillas en la ciudad de Chicago: unas 400 personas al año. Esto no es ficción, es realidad. Aquí puedes revisar las cifras, que se actualizan constantemente:

https://heyjackass.com/

Para quienes conocen el trabajo de Spike Lee saben que sus películas resaltan la idiosincrasia de las personas afrodescendientes: su ropa, ritmos, colores y actitud. Con el guion de Kevin Willmott, quien toma la idea de Aristófanes y junto a Spike reinventan una nueva versión de “Lisístrata, la que disuelve el ejército”, esta vez afroamericana, neoliberal y hiphopera.

Matarse entre sí no es parte de ninguna cultura, pero pareciera que algunos la han adoptado. Antes de Chi-Raq, me gustaría hablarles sobre John Singleton, quien escribe y dirige Boyz n the Hood en el año 1991, película protagonizada por Cuba Gooding Jr., Laurence Fishburne y el rapero Ice Cube. La película retrata la cultura pandillera emergente que somete a los barrios más marginados al miedo, terror, drogadicciones, inseguridad y racismo.

Quiero destacar una escena clave que sirve para continuar este análisis sobre el origen de la violencia:

Es la década de los 90 y las pandillas están desatadas en el sur de Los Ángeles. Un padre (Laurence Fishburne) intenta inculcar valores —o más bien sensatez— a su hijo (Cuba Gooding Jr ) y a su amigo (Ricky Baker) para evitar que caigan en las manos de las pandillas. Lleva por una avenida del barrio donde hay una publicidad gigante de una corredora de propiedades. El cartel anuncia que una empresa paga dinero en efectivo a quienes vendan sus casas. En el mensaje, se sugiere que el dinero está por sobre todo lo demás. El personaje adulto explica que la estrategia de la empresa es bajar la “plusvalía” para comprar barato y vender caro, aprovechándose de vecinos que solo quieren irse del barrio por la violencia, el narcotráfico y los robos. El personaje, interpretado por Laurence Fishburne, les pregunta: “¿Quiénes están muriendo todas las noches?” Y se responde a sí mismo: “Ustedes, jóvenes negros. El objetivo de quienes nos pusieron aquí es que respondamos la violencia con más violencia y así nos eliminemos entre nosotros. Pregúntense: ¿Por qué hay tiendas de armas y licorerías en todas las esquinas? Porque quieren que nos matemos”. Y concluye: “Tienes que pensar en tu futuro, hermano”.

Chi-Raq

Spike Lee también conoce estos problemas que han llevado a muchos al “patio de los callados”. Él también ha trabajado un mensaje similar al de su colega John Singleton, intentando detener las muertes por armas de fuego provocadas por pequeñas rencillas.

Es raro a la vez, porque en Chi-Raq, usando la comedia como herramienta, Spike interpreta la cruda actualidad y presenta una obra que parece decirnos: “Les ofrezco la paz mundial, al toque. Primero, tienen que deshacerse de las armas. Segundo, tienen que hacer la paz con sus enemigos. Tercero, tienen que pedir perdón por sus errores y admitir sus culpas”. ¿Cómo lograr eso? Bueno, de la misma forma que lo hizo aquella sátira escrita antes de Cristo, y como lo hizo la valerosa organización liderada por Leymah Gbowee, deteniendo todo tipo de placer.

La película presenta a su propia Lisístrata, una chica actualizada a los tiempos de hoy, por cierto. La presentación de ella es más o menos así: “Una mujer tan bonita y dura como Coffy, tan sexy como Foxy Brown. Hasta la mismísima Beyoncé le rinde pleitesía. La llaman Lysistrata, una mujer como ninguna. Aterroriza a los pitbulls, hace huir a Bruce Lee, noquea a Frazier y a Ali, obliga a Mayweather a subirse a los árboles. Tiene la mente de Einstein. Capaz de calentar la entrepierna de todo varón”. El papel es interpretado por Teyonah Parris, quien lidera a las mujeres con el lema: No Peace, No Pussy (Sin paz, no hay sexo).

En la trama, la ciudad está dividida en dos bandos. Por un lado, Chiraq (Nick Cannon), líder de la banda de los Troyanos, representados por el color morado. Por el otro, Cyclops (Wesley Snipes), líder de la banda homónima, representados por el color naranja.

Cada vez que estos grupos se cruzan, hay disparos sin contemplaciones. Durante una de esas disputas, una niña muere por una bala perdida. Su asesinato genera una fuerte reacción pública contra los pandilleros. La indignación moviliza a las organizaciones de iglesias, familias que han perdido a sus seres queridos y colectivos de mujeres en contra de las armas. El miedo a perder la vida en cualquier momento es absoluto. Lysistrata, valiente y decidida, organiza un nuevo movimiento que poco a poco va uniendo a todas las mujeres de todo el mundo en favor de la paz.

El film cuenta con un narrador, Dolmedes (Samuel L. Jackson), quien presenta los hechos con un estilo que recuerda a los proxenetas de los años 70, aportando dinamismo y humor. Samuel, también interpreto el papel en el último Super Bowl acompañando a Kendrick Lamar.

La película destaca la capacidad organizativa de las mujeres y cómo ellas también asumen la responsabilidad de lo que ocurre en su entorno. Aceptan el problema y buscan la solución: en este caso, sacrificar su placer por la paz colectiva.

Chi-Raq es una película que va al grano con su mensaje, no todo es chistoso. En varios de sus diálogos, los personajes se sinceran y revelan que han perdido a seres queridos por balas de pandilleros o de los policía. Spike Lee aborda el tema desde todos los ángulos posibles, y es que ahí, en los actos particulares de algunos de los personajes más evolucionados dentro de la film, hablo de la experimenta Angela Bassett, quién también formo parte del elenco de “Boys in the Hood” , 24 años después pareciese que el karma prosigue y continua atrapada en la misma vida del personaje. Ella, junto a más personas se reúnen de forma terapéutica donde van comunicando su sentir en Jams de improvisación muy particulares llamada: RAP. En el coa o jerga afroamericana significa “conversar”. Cada uno comparte su dolor mediante movimientos corporales y poesía.

Así, el RAP surge como una forma de comunicación y catarsis dentro de la comunidad afroamericana, permitiendo expresar dolores, denuncias y vivencias a través de la palabra hablada y rítmica. Con el tiempo, esta práctica evolucionó hasta convertirse en una de las principales expresiones del movimiento Hip-Hop, siendo la rama encargada de canalizar el sentir colectivo mediante rimas cargadas de crítica social y experiencia personal.

El inicio de la película: Chiraq rapea en el escenario; entre el público están Lisístrata, sus amigas y un pandillero soldado de los Cyclops. En medio del local lleno y efervescente, el pandillero saca un arma y dispara al rapero que sostiene el micrófono, explotando el caos, la histeria y una balacera loca que deja a varios heridos.

Chi-Raq lanza un mensaje directo a las autoridades: hay que abordar la violencia armada y detenerla.

Puedes ver esta película en Amazon Prime Video.

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